2024-Energie des Universums…

Dieses Jahr 2023 war ein hartes Jahr, ein wirklich hartes Jahr. Ich musste einige schwierige und unangenehme Situationen allein meistern. Manchmal habe ich mich wie in einem geschlossenen Wald gefühlt, in dem mich die Vegetation an Füßen, Händen, Hals und Mund packte. Es war ein erstickendes Jahr, in dem ich ohne Energie das Ende des Jahres erreicht habe. Ohne Kraft. Ich habe alles getan, was ich konnte, habe bis zur Erschöpfung gearbeitet, immer mit dem Gedanken an das Gemeinwohl von allem, was mich umgibt. Manchmal mit mehr Erfolg, manchmal mit weniger. Trotzdem habe ich fast alle Prüfungen, die mir gestellt wurden, überstanden, sowohl beruflich als auch privat. Trotz meiner eigenen Zweifel und mit viel Mühe habe ich an mich selbst, an meine Fähigkeiten und an meine Möglichkeiten geglaubt. Und vor allem an die Menschen, die mir ihre Hilfe angeboten haben, ohne dafür eine Gegenleistung zu verlangen. Wo sie mir einmal mehr gezeigt haben, dass Verzicht der größte Akt der Liebe ist, den es gibt. Sie haben mir die nötige Energie gegeben, um vorwärts zu kommen.

Ich, der ich in einem ständigen Prozess des Wachstums, der Transformation und der Reifung lebe, in dem ich mich in meinen Komfortzonen, die ich nicht so sehr mag, überhaupt nicht wohl fühle, bitte das Jahr 2024 um genau das. Positive Energie, um die Wege zu finden, die es mir erlauben, hinauszugehen und wieder zu atmen. Damit ich die Äste der Vegetation abschneiden kann, die mich fesselt, die mich erstickt. Mögen sie mir erlauben, zu lernen und zu wachsen. Das erlaubt mir, Sport zu treiben, zu lesen, frei zu lachen, zu studieren und neue Nischen zu finden, in denen sich meine Seele wie Wasserstoff und Argon ausbreiten kann. Ohne Barrieren und in Begleitung von Menschen, die jeden Tag versuchen, ihr Bestes zu geben, um in gemeinsamer Arbeit und ohne eine Gegenleistung zu verlangen, Ziele zu erreichen, die nicht kalkulierbar sind.

Lernen war für mich schon immer eine Obsession. Und ich möchte sie nicht verlieren. Ich möchte meine kindlichen Augen behalten, die jedes Mal geblendet sind, wenn sie etwas Neues entdecken. Das ist der einzige Weg, den ich gefunden habe, um glücklich zu sein. Und dass dies immer mit meinen Lieben sein wird. Meine Unverzichtbaren. Meinem harten Kern.

Das ist es, was ich mir am meisten wünsche. Eine Welt voller Obstgärten, in denen die Saat der Liebe unaufhörlich wächst, um all die positive Energie des Universums anzuziehen, die mir das nötige Licht bietet, um die Veränderungen in Richtung Licht zu bewältigen. Immer zum Licht hin.

Ich danke Ihnen für Ihre Geduld und dafür, dass Sie mich lesen.

Lang lebe die Liebe zum Lernen.

Miguel Mejías Segura

Te tengo ganas

A través de una aspillera,

reobservo la incursa, por mi mente

mil veces repetida, atoradamente.

Propia felonía compañera.

Ningún parterre, ninguna cariátide

por más que la vista alargue,

todo lo que se vislumbra,

un fardo que conturba.

En el cuadro de mi olvido,

rebusco recuerdos.

Estoy seguro, allí se halla el camafeo.

Cierro los ojos, ya no hablarán más.

De los párpados cuelga el peso

de la historia del nunca  jamás.

Allí están, dos moldavitas,

trigo incipiente.

Aljibes transparentes

de maravillosas grutas

en los que bucear.

Aproximación,

y…

beso.

Que marca sin dolor,

con un marbete el alma.

Y me vuelve del reverso.

A ti quiero volver,

Aunque esté muerto,

para que no se me olviden,

las ganas que te tengo.

Irina.

Miguel Mejias Segura

Potro de Rabia y Miel

Me dispongo a escribir algo. Me intento inspirar escuchando a Camarón y me concentro en uno de sus versos, “Al verte las flores lloran. Cuando entras en tu jardín. Porque las flores quisieran. Toítas parecerse a ti.” No se puede tener más gracia y más arte para explicar la belleza.

Pero de pronto me detengo sin saber por qué y me observo las manos. Mis manos. Son unas manos poco masculinas, de palma ancha y dedos cortos. Unas manos pequeñas, pero que hasta el día de hoy me han resultado muy útiles y satisfactorias. Me recuerdan a ti. Me sigo observando y me miro las muñecas. Se le sale un poco lo que yo creo que es la terminación del cúbito. Me recuerda a ti. Me toco la nariz y me parece igualmente pequeña. Terminada en una puntita dividida en dos mitades por el cartílago, como si fuera una pincelada de un pintor que intenta trazar sin hacer daño al lienzo. Vuelvo a tocar la nariz y me doy cuenta que esta característica se aprecia al simple tacto. Me recuerda a ti. Mis orejas de igual forma algo chicas y pegaditas a la cabeza, son como una palmerita de hojaldre. Me vuelven a recordar a ti. No me resisto más y me voy al espejo. Veo unos ojos que quieren mirar al mundo con justicia y con verdad pero que tienen algo de picardía. Me recuerdan mucho a ti. Se me viene a la mente muchas anécdotas, bromas, risas, travesuras que he ido repartiendo por este mundo. Y cada vez me recuerdo más a ti. Y pienso qué pasaría en el mismísimo núcleo de mi primera célula. Recombinación genética, intercambio, copias….y aún así no se puede negar que vengo de donde vengo. Me recuerdo a ti y punto.

“segurita” de tu pizpiresco encanto,
con el apellido Ferrer ibas de compañera
casi un diamante a bien por pulir,
por ese instituto y sus escaleras,
te sintió el futuro detrás de ti.

Por las calles empedradas de Osuna
saltándote clases de tres en tres,
dejando a cada paso tu gracia de perdiz,
no te hizo falta más para doctorarte,
en familia y amores sin tamiz.
que esa sonrisa tuya; nuestra fortuna.

De guateque en guateque,
conservando esa juvenil rebeldía
sigues tirando porque te toca,
ganando siempre tu partida
a las estocadas que da esta vida.

Amas a los que amas,
por que sí, porque no hay más.
En ti no hay medias tintas,
ni tintas que se medien.
A ti se te llega con una milhoja
rellena de crema pastelera
en la mano derecha,
y con la verdad,
en la mano izquierda.

Porque no hay nadie como tú,
para ponerle al gato con botas,
y que suene y suene,
…el cascabel.

Naciste así, llena de belleza y de rebeldía.
Como un “Potro de Rabia y Miel”
Y es que como dice Camarón,
«Al verte las flores lloran.
Cuando entras en tu jardín.
Porquelas flores quisieran.
Toítas parecerse a ti.»

Y yo, mientras más miro
ese parecer mío,
más me recuerdo a ti.

Felicidades Mamá.

Miguel Mejías Segura

A la niña de las mil y una más…cualidades.

Hoy hace ya unos poquitos años que nació en Sevilla la niña de las mil, y una más… cualidades. Desde que la conozco no para de sorprenderme. Sin hacer ruido va adquiriendo una tras otra, nuevas cualidades y habilidades. Y el éxito es rotundo cuando las pone en práctica.

Si quiere cantar lo hace como un ruiseñor. Si quiere colocar los zapatos parejos lo hace como si fuera a escuadra y cartabón. Si quiere tocar la guitarra lo aprende como si de su misma mano le salieran las cuerdas. Si quiere hacer atletismo la seleccionan para una competición a la edad de que se yo. Si recoge aguas del Guadalquivir le dan un premio. Si le da por esquiar en dos días te está bajando en slalom cual Blanca Fernández Ochoa en Albertville. Si le da por jugar al Pádel la quieren en sus equipos. Si tan solo se baja de un tren en un pueblo se enamoran de ella. Si se ríe hace a la simpatía graciosa. Si te prepara una fiesta de despedida, será la mejor de tu vida. Si se da la vuelta se pone por delante de todos. Si va a la Feria sale en la Tele. Si viene a Friburgo vuelve a salir en la tele. Si va a la Semana Santa sale de Nazarena. Si le da por coger un trompo, te alicata un cuarto de baño y si te descuidas te monta una casa de árbol. Si le da por acariciar un perro éste le sigue para siempre. Si le da por enseñar te da cátedra. Si hace uso de su insigne Toga defiende leyes repartiendo justicia justo en la mitad de la báscula. Es una equilibrada equilibrista. Si le da por ser amiga…eso solo se explica con los ojos con que te miran. Si alguien la quiere de enemiga se la pierde para siempre. Y en este caso no vale eso de “más se perdió en Cuba”. Si le da por hacer senderismo te sube el Mulhacén. Si le da por montar en bici te hace 50km en subida y a por más. Si le da por tener hijos les da lo mejor de su genética, nada más hay que verlos. Si le da por ser hija, madre, nieta, compañera, jefa, te dará lo mejor de ella. Si le da por ser hermana…es “Simply the best.”

Y todo lo hace como si no quisiese que pasaran las cosas. Como si la cosa no fuera con ella. Alguien dijo una vez siendo ella muy chica, “ella no es consciente de lo que vale…”.

Cada día adquiere una cualidad nueva y lo más increíble de todo, es que ni ella misma lo sabe. En ella es todo tan natural, que no se da cuenta. Pero en cualquier momento lo muestra y demuestra, soprendiéndome de nuevo. Y es que su éxito radica en que lo hace todo con mucho mimo y con amor. Y así es complicado que algo salga mal.

Aquí quedan reflejadas algunas de sus cualidades, habilidades y talentos, y parafraseando a Groucho Marx, si no les gustan éstas, no se preocupen porque tiene otras y una más. No se la pierdan.

Así es ella. Así es Sandra, la niña de las mil y una más…cualidades. Así es mi hermana. Y por esto y muchas razones más, hay mucha gente que te quiere, te valora y te aprecia.

Felicidades Sandra. Esta vez la poesía eres tú.

Echo de más tu ausencia.

Miguel Mejías Segura.

Dándole al magín!

¡Aquí me encuentro dándole al magín!

¿Guapa? no no…eso es muy obvio. ¿La madre que me parió? No no…muy fácil y ya lo he usado en un poema de esos que se escriben solos. ¿Genial? No tampoco, además no es mío, ya me lo dijo un valle teñido de azul.

Busco entre los orígenes de nuestro lenguaje y me aparecen en la mente las palabras focaria y focaris. A pesar de que nunca fui bueno con los idiomas y mucho menos con el latín, hay algunas palabras que se me quedaron en algún lugar de la memoria balanceándose como un trapecista colgado de algún axón perdido y que salta de una neurona a otra, una y otra vez. Focaria, facaris.

De ahí vienen las palabras foco, fuego, hoguera. Una hoguera era donde se hacía el fuego para poner sobre él un caldero, pongamos por caso un cocido de garbanzos y tocino añejo de osuna, y en cuyo alrededor se sentaban los integrantes familiares y donde empezaba a formarse el hogar.

Así una y otra vez, día tras día, llevas mamá, haciendo hogar desde que naciste. Esa ha sido tu gran sapiencia. Tu gran arte. Creaste el mejor de los hogares posibles. Pero no sólo en el entorno familiar, sino que allá donde has ido, donde vas, vas creando hogar. Los demás se te acercan porque tienes esa llama latente en la niña de tus ojos que nunca deja de encandilar. Esos ojos que tienen acumulado todo el verde brillante de la campiña Sevillana. Son como dos gotas de aceite recién exprimido. Llenos de cosas buenas.  Allá donde vas, creas ese ambiente que le da paso, puerta abierta, a la alegría, la elegancia y la belleza. Tres gracias que ni el mismo Rubens las hubiera podido plasmar. No hay oleo ni lienzo que pueda recrear todo lo que has hecho estos 70 años. Complicado.

Todavía recuerdo, solo por lo que me contaron, porque yo estaba con tu fiel escudero en las Navas, la que liaste en Madrid durante un puente del pilar en el que te fuiste con la abuela y Sandra. Allí te pusiste lo que pillaste a mano y saliste cual Lina Morgan dándole la vuelta a la pierna mientras los demás se volvían del revés de las risas. O cuando vas a Osuna y todo el mundo quiere visitarte o que les visites, o cuando has preparado tus fiestas para esa otra familia que tenemos en esa bendita planta (incluidos Mari y Antonio) de León XIII. Todavía recuerdo con una claridad meridiana cuando te pusiste mala con esas fiebres tifoideas y con salmonela y Maria José te llevó a casa una bandeja de manzanas asadas al horno. O cuando abrías la casa cada semana durante la Expo del 92 para que vinieran tus primas y primos de Madrid, de Osuna, de donde fueran, para que vieran esa maravillosa ciudad que me vio nacer.  Sevilla se abría al mundo y tu abrías tu hogar a todo aquel que llamara a la puerta. Feliz.Tengo en la memoria grabada a fuego tus lágrimas desconsoladas al ver salir por la puerta un sofá tapizado con una tela color azul con los cabeceros lacados en blanco que fueron dirección a la Algaba. Era como si te estuvieran arrancando el pedacito más interno de tu alma y como si ese pedacito de tu alma se llamara Antonio. Un pedacito de ese hogar tuyo tan inmenso. Tan lleno de vida y de vivencias. O como me voy a olvidar de esos veranos en Conil. Entren todos que es el Hogar de Araceli. Un Altar en mismísimo Cielo en el que todo el mundo se siente a gusto. Qué complicado tiene que ser, yo no podré saberlo, pero tiene que ser muy complicado y muy enriquecedor. Que tus dos hijos sigan todavía queriendo ir a Conil, pudiendo ir a cualquier otra parte del mundo, pongamos por ejemplo al Caribe. ¡¡¡Fuaeee!!! mira cómo me río yo del Caribe. Pero lo de Conil es algo más que unas playas de ensueño. Es más que el olor del mar y unas sardinas asadas. Es más que unas risas en la plaza y una flojera lacia. Conil se resume al hogar del verano y a un trocito de chocolate en el hombro a la hora de la siesta.

Mamá tú vas andando y haces que cada adoquín que pisas se sienta como en casa. Lo llevas en la sangre, lo aprendiste de la mejor maestra que se pueda tener. Pero tú lo has hecho arte puro. Como el paseíllo de Curro Romero. Como los brazos de Sara Baras con esmero. Como la Macarena pasando por el Arco. Como una ola y su embrujo o como un paseo de caballos por el real. Tu hogar allá donde vayas es como un patio con Montera y con vistas a la mar. Mucho arte hay que tener para combatir todos los pesares conquistando una ínsula que has levantado cual Don Quijote con su fiel escudero, otro hidalgo Miguel, a la que se puede llamar nuestro Hogar sin más.

Esa es tu ínsula mamá. Tu gran conquista es que allá donde vayas te llevas contigo tu hogar. Así llevas 70 años haciendo Hogar. Así ha sido, es y seguirá siendo. Y nosotros como los hijos de una perdiz en su trigal, seguiremos yendo detrás. Porque donde hay focaris, focaria, fuego, calor, hoguera, se acude con mucho gusto. Y lo mejor de todo es el regusto que deja. Como un cocido de Domingo hecho con trozo de tocino añejo… Caballero, si es posible de Osuna mejor; muchas gracias.

Muchas felicidades Mamá, como me dijo una vez tu amiga fiel, eres genial. Sigue construyendo Hogar no hay empresa mejor.

PD: niña… ¿nos vemos en Conil?

Miguel Mejías Segura.

Felicidades Hermana!

Es otro principio del mes de abril,
se visten, con trajes nuevos, los árboles,
los nidos ensayan sus nuevas salves,
las risas salen en busca de tu cónclave,
tu hermano te piensa en versos,
para ti.


Y tus poros se transforman en una lista en palabras…


Mejías
inteligente,
segura,
creciente.


abacería,
ablente,
ternura,
simiente.


letrada
generosa,
hermana


sevillana
salerosa,
truhana.


Pero pensarte en versos,
es más difícil que enlistarte
con palabras en rima consonante.
Sandra; verte cumplir años
es como contemplar la vida
a lomos del Dragón de la Suerte Fújur,
e intentar salvar al mundo de la nada,
esa que avanza y se apodera de todos.


Es tan sólo girarte sobre ti misma,
es tan sólo darte la vuelta cogiendo la manzana,
y comiéndotela,
y ya te pones por delante de la vida,
dejando a todos con la cara de tontaina.
Es sólo, ahora, un pasito al frente, y ya vas con ventaja
sobre un pelotón que todavía no alcanza a entenderte.


Sandra y yo te pretendía reducir a un simple poema,
siendo tú la única respuesta para la duda.


Eres un sí que nunca se niega.
Eres la efigie de la equidad.
Eres una portada de Feria.
Eres un paseo marítimo.
unas palmas con ritmo
un sendero campero,
una mañana de nieve,
y un sábado con salero.
una tarde de Domingo de vienes.
Eres una cruzcampo salvadora,
una sala de cine dolby surround,
un guión que no se ahorma,
un libro que se no se lee abierto.
una compostura atronadora.
Eres un río con muchos afluentes
y que nunca desembocan en la mar,
eres una conversación sin final,
un viaje al país de las maravillas,
o al de nunca jamás.
Porque en ti no hay nada
que no se escape de la mediocridad.

Y tengo el extraño pálpito
que con tu descendencia
la historia, la has hecho ahora interminable.

Más de un año y medio sin ir contigo de tapas,
es un infinito que nunca se acaba.
Mañana es tu cumpleaños,
Muchas Felicidades Hermana.

Miguel Mejías Segura

El pronombre.


Se han aposentado los sueños,
y se van acomodando al paso
de los días sin guerras.
Uno tras otro, van pasando,
como sirvientes ovejas.
como si fueran moléculas de agua
coladas por la porosidad que da
el saber que mañana, será ayer,
pasado mañana.
Así, se acumulan gotera a gotera
y sin llamar la atención,
para servirte en un cubo de zinc,
agua que no bendice ni aclara.


¿Cómo era el sabor del calostro?
¿Cómo era ese amor sabio,
por los primeros rayos del sol
de la primavera cuando el azahar
te besaba?
¿Cómo era aquello de saltar
las vallas de los vértigos,
para precipitarte en un vuelo vertical
y aterrizar como lo hace una rapaz
en el nido de tus senos?
¿Cómo era aquello cuándo te llamaba la locura,
para querer seguir dando patadas a la vida,
haciendo brincar el follaje seco y otoñal,
y que una nueva ola espumosa
rompiese sobre la arena de un reloj
recién dado la vuelta, delante de unos ojos
ya caídos y unos brazos en cruz?
¿Cómo era aquello, de querer mirarte una
vez más antes de adentrarte en el tránsito lunar,
con la espada y el escudo del pirata que nunca
tuvo barco ni isla que conquistar?
¿Cómo era aquello de llamar a tus laberintos de otras formas,
de escribirte otro poema más,
de andarte sin fronteras?
¿Cómo eran todos esos versos,
que te volvían del revés enderezando
las leyes naturales que rigen la belleza?
¿Cómo volver a arribar a tu hermosa orilla,
si uno va navegando por los ríos del olvido
desde hace ya diez años y van a más,
y ese adiós de frente a tu espala,
te cogió sin mantas y llovido?

Pero niña, si hasta a mi brújula le tienen que explicar
dónde está el sur
porque ya no encuentra el norte.


Se van aposentando los sueños,
se van perdiendo los olvidos.
Y yo ya no sé si echo de más tu ausencia
o te echo, a ti, de menos.
Pero sí hay algo que no olvido, por pronunciarlo repetidamente,
es tu pronombre;
tú…mi Sevilla.

Miguel Mejías Segura

Tu linterna sigue iluminando

Una llamada. Una frase que no hubiera querido escuchar. Y de repente, una escena de mi preadolescencia la volví a vivir como de nuevo.  Un pensamiento me inundó cada neurona; y el alma se me precipitó a las catacumbas del subsuelo. Allí donde se almacenan para siempre y de forma ordenada las tristezas que más duelen y las cubrimos con sábanas de lino.

Tendría yo por aquellos tiempos unos 11 años y los Reyes Magos me trajeron un bote de colonia para chico. Mi primer bote de colonia. La caja verde con los ribetes y las letras en blanco. Benetton. Años más tardes pasaron a ser de Massimo Dutti. Pero esos Reyes Magos venían desde la misma puerta. Con esa misma ilusión cruzo el umbral de esa puerta. Y un sonoro Miguelito me devuelve cada vez la niñez que dejé correteando por esa casa.

A los pocos minutos me volví a ver, esta vez con unos 7 años montando mi excalectric que los magníficos Reyes Magos me trajeron. ¡Qué ilusión! Era en forma de 8 con un Ford Racing y un Porsche 959 con tracción a las cuatro ruedas movidos por un motor de doble eje. No faltó ni que pasaran unas horas. Desde el otro lado de la puerta entraron ellos llenos con más pistas y más coches. Uno de ellos lo recuerdo claramente. Un Lotus de seis ruedas que volaba.

Y a partir de ahí miles de escenas más salieron de paseo. No supe, ni pude, ni quise detener a los miles de caballos que galopaban por mi cabeza de una neurona a otra. Mi comunión y el Ford Escort rojo que os había tocado en un sorteo. Unos juguetitos de metal que hacía el que para mí era entonces “el abuelo de Virginia”. La Nani, a la que me encantaba hacer rabiar, la pobre…era verme y me ladraba como si viera al mismismo diablo perruno. Y las borriquitas…esto no hace falta explicarlo; como decía Lope de Vega con respecto al amor “quien lo probó, lo sabe” Y Ferias…muchas ferias. ¡Ay eso bailes por Sevillanas!… que no daría yo por empezar de nuevo. Muchos abrazos, y muchos besos, y muchos regalos y muchas risas. Y un tío muy Grande vestido de árabe con una linterna que se quedará para siempre merodeando entre los pensamientos que me provocan las risas a carcajadas, y unas plumas a lo María Jiménez.  Y cómo no voy a olvidarlo. 50 Euros en el bolsillo y un adiós amargo un 16 de febrero hace ya justo 10 años. Una frase, que ahora suena a mentira de la mala. Pepita, no te preocupes, si esto va a estar siempre igual. Todo seguirá siempre igual. Volveré siempre.

Qué suerte he tenido. ¡Pero qué gran puñetera Suerte! De haber nacido y de haberme criado entre una familia tan numerosa como generosa que es la planta del quinto de León XIII Nº12. Me he criado rodeado de tanta buena gente, de tanto buen referente. Gente trabajadora, responsable, cariñosa, dadivosa, divertida… Sois extraordinarios. Si hay algo que me hace feliz es saber que Irina os ha conocido a todos. Porque trasladar todo esto vivido a terceros se me antoja una empresa más que imposible.

Carlos, este último año no os he podido ir a ver, espero que me perdones. Y ahora me entero que te has ido. Y no sé que decir. Ahora no sé como voy a volver. Cómo voy a volver a pasar por ese umbral de tu casa que yo siento tan mía. Carlos el tintero se me está agotando. Y estas últimas palabras se escriben con una tinta ya muy translucida y salada.

Salgo al balcón, el cielo de Friburgo me saluda libre de nubes. Se ven las estrellas. Una de ella es titilante. Quiero pensar que es tu linterna. Estoy seguro. Es tu linterna que siempre brilla, que siempre ilumina. Eres tú.

Os quiero mucho.

Miguel Mejías Segura.

Miguel Mejías Segura.

Constantina se queda huérfana.

Agraciada con una inmensa bondad y generosidad, Concha Mejías, se nos ha ido buscando el lado de su otro yo. En este caso el símbolo de pareja como unificación se convierte en una definición sin acepciones. Absolutismo puro. Es así y punto.

Entrando en casa de tu primo mayor, hilos de seda y oro de 24 quilates cubriendo tu cabeza,  una sonrisa inquebrantable y repartiendo fraternidad con esa elegancia tan tuya como pintada por Albert Lynch. Así es cómo te recuerdo. A esta forma tan gigantesca de presentarte le añadías un discurso siempre telúrico, muy constantinero. Tus palabras me parecían como salidas de un baúl del Siglo XVIII.  Como relatabas tus artes de camarera de Tu Amantísima Titular de tu Hermandad Virgen del Robledo, y tu devoción sin roturas, han sido siempre para mí como un caldo recién hecho con unas hojitas de hierbabuena. Reconfortantes.

Ese discurso iluminado reverberaba en mi caja torácica y me llenaba el alma de pasión. Era evocador escucharte enlazar tus vivencias como colaboradora de la Fundación Padre Leonardo Castillo-Costaleros para un Cristo Vivo, acompañando y dando agua fresca, directa de tus manos, a esos penitentes a los que cada día el resto de pecadores les ponemos coronas de espinas unas encima de las otras y las ajustamos bien ceñidas en la frente para que no se caigan. Tú no. Tú ves una espina y la quitas a base de entrega, conciliación y curas sus llagas con retales de lino fino tejidos por tus manos sanadoras. Infantes de Chernobyl al sol de Sevilla y vaya a usted saber de dónde o a dónde más. Fe, mucha fe es lo que movía tu mundo y con ella movías el de los demás.

Lo puedo decir a grito sordo, húmedo y salino. Tú primo mayor y una dicharachera ursaonense os adoran… a ti y tu otro yo Manuel Ramírez Fernández de Córdoba. Yo no me entendería ahora mismo sin las famosas Columnas en el ABC “Por la banda” que tanto leía con fruición y de los que tanto intenté aprender el arte de escribir.

Me ha llegado la noticia como una Saeta frente a la Virgen del Robledo. Se agota el cante ante la casi despedida del sol. Se cubre todo del color de tu cabello, vuelan las palomas, y las encinas de los cerros de vuestra Sierra Norte derraman lágrimas de desconsuelo en forma de copo de nieve. Se fue la fe directa al amor como si fuera un último domingo de septiembre.

Constantina se queda huérfana!

Os echo tanto de menos!

Miguel Mejías Segura

2020 Tschüs, aber trotzt allem vielen dank!

2020 Tschüs, trotzt allem danke.

Das Jahr 2020 geht jetzt weg. Heute ist der letzte Tag des Jahres und ich freue mich sehr darauf. Das aktuelle Jahr war zwischen allen Adjektiven seltsam. In Januar 2020 habe ich gedacht, dass ich sehr oft meine Familie während des Jahres sehen könnte. Januar war ich in Spanien und natürlich habe ich sie gesehen. Sie hatten für Ostern geplant, nach Freiburg zu fliegen. Ich wurde wieder in Somme nach Sevilla fliegen und wahrscheinlich wieder für Weihnachten. Weder das eine noch das andere. Jetzt sind schon 12 Monate vorbei und ich habe sie gar nicht in der Wirklichkeit gesehen. Ein Loch in der Seele. Es tut einfach weh.

Ich habe aber auch sehr tief daran gelitten, dass viele Menschen an Corona in Spanien täglich gestorben sind. Ich war sogar von den Nachrichten schockiert. Viele Nächten habe ich geweint, als ich ins Bett gekommen bin. Menschen, vor allem altere Menschen, in Massen sind gestorben. Unsere beste Generation. Die alles für uns gemacht haben. Die für uns tierisch gearbeitet haben. Dramatisch. Inzwischen habe ich Coronaleugner, Holocaustleugner, Leugner von Wissenschaft, Leugner von den Ergebnissen der Wissenschaft, Leugner, Leugner…und anderen Art von Leugnern kennengelernt. Normallerweiser sind Menschen, die gar nicht etwas positiv machen, um die Welt zu verbessern. Sie haben eine dunkle Seele wie sie in einem Loch viele Jahren geblieben sind. Diese Situation hat mich an das Höhlengleichnis (Platon VII Buch Dialogs Politeia) erinnert. Sie bleiben immer noch in der Dunkelheit. Sie sind in der Lage nicht zu akzeptieren, dass das Leben sich ändert und wir, wie alle Lebewesen, sollten an den neuen Bedingungen anpassen, ansonst werden wir tot. Wir sollten das beste darauf machen, davon lernen und sogar profitieren, damit wir uns weiterentwickeln können. Stattdessen diese Einstellung zu folgen, wollen sie in der Dunkelheit bleiben, weil nur drin in der Dunkelkammer aussieht, einfach wie immer war. Was sie immer kennengelernt haben. Ich habe auch Menschen kennengelernt, die nicht gerne Akzeptieren oder mindestens kommt bei ihnen komisch vor, dass Menschen sich bei Ihnen bedanken. Ich habe nie gedacht, dass ein schönes Wort wie „Danke“ wehtuen könnte. Alles was meine Eltern versuchten, mir beizubringen, kann bei mir in Frage. Also ich habe gelernt, dass es Menschen gibt, die nicht gerne die Dankbarkeit annehmen. Egal. Es ist schlecht für sie. Sie können gerne in diese stinkige Dunkelheit.

Trotzt allem (nicht alle meine Liebsten sehen zu können, Ausgangsperrungen, Todesfälle, Leugner, nicht akzeptierende Dankbarkeit habe ich in 2020 viel erlebt und gelernt. Eigentlich war 2020 ein gutes Jahr für mich und meine Liebe. Deswegen bedanke ich mich bei 2020 dafür, dass ich viel gelernt habe, viele auch gute neue Menschen kennengelernt habe. Dass ich viel Kontakt mit alten Freunden und alten Klassenkameraden durch Medien gepflegt habe. Dass ich in Israel mit Dir war. Dass wir ein Pornobrunch zu Hause organisieren konnten. Dass wir viel gewandert sind. Dass ich in die Weinbereich vertiefen könnte. Dass ich den Kurs WSET Level 3 gemacht habe. Ich fand den Kurs sehr interessant. Danke Cynthia, Jose María und Sebastian für alles. Ich hatte die Möglichkeit viele schöne Vögel zu beobachten. Ich habe versucht Skifahren zu lernen. Ich habe viel Sport getrieben. Ich habe viel von Kücheneinrichtungen     gelernt. Ich habe viele neuen Rezepten gekocht und neue Brotarten, Kuchen, Kekse, und Gebäckarten gebacken. Ich bedanke mich sehr bei 2020 dafür, dass ich viele neue Bücher gelesen habe, neue Gedichte und Kurzgeschichte geschrieben habe. Dass ich arbeiten gehen könnte. Dass ich viele gute Freunde in Deutschland in Spanien, In der USA, in England, in Frankreich und in Australien habe. Dass viele Menschen in 2020 endlich erfahren könnten, wie wichtig die Wissenschaft für unsere Welt ist. Und vor allen, dass ich immer mit Dir alles erlebt habe. Und dass ich mit Dir neue Projekte anfangen können, wie unseren schönen Schrebergarten. Tschüs 2020 halloooooooo 2021. Ich will mehr mir Dir entdecken.

Ich liebe Dich. Ohne dich ist alles Doof!

Mehr Liebe für alle.

Miguel Mejias Segura